Comunidades Remotas Reciben Ayuda Humanitaria Durante Pandemia por COVID-19
24 de julio, 2020: UAC hizo equipo con la federación indígena de los ríos Inuya y Mapuya, FIARIM, para proveer a las comunidades remotas con medicamento, alimento y dirección para evitar contagios de COVID-19. Mientras el virus se moviliza a las comunidades más remotas de la Amazonia, las comunidades indígenas que carecen de cuidados médicos, material de limpieza y la habilidad de distanciarse socialmente, se encuentran cada vez en mayor riesgo.
El rio Inuya es hogar para las comunidades indígenas Amahuaca, Yaminahua y Asháninka, incluyendo a quienes se encuentran aún en contacto inicial con el mundo. En ausencia de algún tipo de apoyo tangible por parte del gobierno y a pesar del creciente riesgo por COVID-19 a estas comunidades remotas, FIARIM solicitó nuestra ayuda para facilitar el traslado rio arriba desde la ciudad selvática de Atalaya para entregar alimentos, medicamentos e instrucciones en cómo evitar el contagio del virus en sus comunidades base.
Edgar Monsin, presidente y Gino Machay, vicepresidente de FIARIM, viajaron durante una semana a lo largo de seis comunidades entregando alimentos incluyendo arroz, pasta, sal y aceite comestible así como jabón, alcohol y otros materiales de limpieza. Así mismo, entregaron medicamentos comúnmente necesarios como amoxicilina, ciprofloxacino e ibuprofeno. La UAC y FIARIM coordinaron con la oficina regional de salud, específicamente con el asesor para comunidades indígenas, en qué medicamentos traer así como los protocolos para visitar las comunidades durante la pandemia. Estos incluyen el estricto uso de cubre bocas y trajes protectores, el lavado frecuente de manos y uso de alcohol para matar gérmenes.
Además de alimentos, medicinas y material de limpieza, Edgar y Gino entregaron pancartas a cada comunidad que presentan información básica sobre la COVID-19, incluyendo síntomas, cómo se esparce, y estrategias para evitar el contagio. Junto con lingüistas en Atalaya, se tradujeron las pancartas al Amahuaca y Asháninka para asegurar el adecuado entendimiento por parte de todos los miembros de las comunidades.
Encontraron tres posibles casos de COVID-19 durante su viaje, dos de ellos fueron confirmados más tarde en el hospital de Atalaya. Ambos casos fueron de mestizos viviendo en la comunidad de raza mixta de Inmaculada. De acuerdo con la información publicada por la agencia de salud de Atalaya, al 20 de julio, existían ya 1,600 casos confirmados en la cuidad de Atalaya, la gran mayoría en mestizos. Ninguna de las 17 muertes reportadas ha sido de pueblos indígenas. Afortunadamente, todavía no hay casos entre las comunidades indígenas del Inuya.
Sin embargo, el riesgo de exposición se eleva mientras trabajadores de un molino de madera cercano han ignorado la cuarentena y viajado rio arriba desde Atalaya. Comprensiblemente, las tribus del Inuya se han vuelto cada vez más temerosas en infectarse y han comenzado a evitar cualquier tipo de viaje a través de sus tierras. Cuando Edgar y Gino llegaron a la comunidad más remota, hogar de gente en contacto inicial, fueron detenidos por los aldeanos quienes como advertencia dispararon un arma antes de reconocerlos (ver el video del encuentro abajo).
La expedición también ha ayudado a comprobar que no existan madereros trabajando de manera ilegal en la parte superior del rio Inuya, ayudándonos a dar seguimiento a sus actividades para que cuando volvamos al campo podamos hacer las investigaciones debidas. El pasado octubre, documentamos en este articulo en Mongabay una extensa invasión al Inuya, vecino del río Sepahua. Ahora las comunidades indígenas no solo se preocupan por perder sus bosques, sino también de ser contagiados de COVID-19 por los madereros.
Queremos agradecer a nuestros generosos socios de Global Greengrants Fund y Rainforest Alliance por apoyarnos en esta crítica labor. El Inuya se encuentra dentro de un puñado de cabeceras en donde hemos enfocado nuestro apoyo a comunidades indígenas amenazadas por la pandemia.